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La comercialización de lo espiritual

En una sociedad mercantilizada en la que “todo vale”, lo mismo podrá usted comprar almohadas especiales para la meditación trascendental que pastillas para adelgazar, o un suntuoso ejemplar de la Biblia. También, la adivinación de su futuro.

El folclore y la religión oficial no siempre han ido de la mano. Esta es la razón de que muchas costumbres paganas hayan sobrevivido a la imposición de los credos de las religiones predominantes. Asimismo, la creciente tecnificación y laicización general no impide que parte de la sociedad vuelva su mirada hacia creencias y modus vivendi basados en antiguos conceptos místicos o antirracionalistas. Más bien al contrario, es la sociedad postindustrial la que, al darse cuenta de que estos credos pueden generar dinero, espolea su práctica mediante la venta de libros, vídeos, consultas, etc. Las seudorreligiones ya no son perseguidas, sino aceptadas como un elemento más con el que comerciar en una sociedad de consumo.

Sin embargo, no sólo es una moda impuesta por motivos económicos. La desorientación ideológica y religiosa de muchos actúa como caldo de cultivo para la proliferación de tantos y tan distintos cultos, algunos realmente disparatados en su base doctrinal y peligrosos en su vertiente organizativa y anuladora del yo.

Sobre estos fenómenos sociológicos también puede influir la preocupación por la salud y la secular desconfianza del ciudadano medio para con la profesión médica. Muchas personas han optado por recurrir a métodos que se encuentran a medio camino entre la medicina natural y los ritos de origen oriental para solventar sus pequeños (o grandes) problemas físicos y psíquicos.

En esto podría radicar, en parte al menos, el gran interés que han suscitado terapias como el ayurveda, la medicina tibetana o los chakras, así como -en el aspecto del equilibrio psicológico y la armonía con el entorno- el fengshui japonés. Las ventas de libros sobre estos temas alcanzan cifras millonarias, y cada vez más gurús iluminados pretenden dirigir a sus seguidores hacia prácticas que por esotéricas y procedentes de lejanos países parecen más capaces de seducir a personas modestas..

El espiritismo desde Madame Blavatsky

Nacida en Ucrania en 1831 y muerta en Londres sesenta años más tarde, Helena Petrovna Blavatsky viajó durante varios años por Asia, Europa y Estados Unidos, y estudió bajo la dirección de diversos gurús en la India y Tíbet. En 1875 fundó, con otros colaboradores, la Sociedad Teosófica. Un nuevo viaje a la India contribuyó a difundir sus ideas sobre la experiencia mística, a medio camino entre lo esotérico y lo oriental. Blavatsky se atribuía poderes psíquicos extrordinarios, aunque no todo el mundo pensaba lo mismo: la prensa india y británica la acusó de farsante, pero ella continuó escribiendo y publicó, en 1888, La doctrina secreta, libro que ejerció una gran influencia en los movimientos espiritistas y ocultistas del siglo XX, a través de la actividad de teósofos y místicos de gran fama, como Henry Olcott, Alice Bailey y Annie Besant. El caso de esta última es curioso. Brillante oradora, teósofa y feminista, jugó un papel destacado en el proceso de independencia política de la India y enseñó a dos alumnos aventajados, aunque ninguno de los dos acabó siguiendo la doctrina teosófica, sino que fundaron dos nuevos movimientos que también han ejercido gran influencia durante el siglo XX: Gandhi con el espíritu de la no violencia, de gran influencia político-social, y Krishnamurti con su doctrina de resonancias budistas sobre la inadecuación de los conceptos humanos para ser aplicados al mundo real.

La astrología en la era científica

La astrología fue un elemento importante en muchas civilizaciones antiguas: mayas, griegos, aztecas, sumerios y persas. Todos recordamos el eminente papel que desempeñaban los astrólogos y adivinadores en las cortes medievales -tanto cristianas como árabes-, especialmente cuando se trataba de pronosticar sucesiones a la corona, períodos de riqueza o privaciones o el resultado de vitales batallas. Con el paso de los siglos, la importancia de oráculos, pitonisas y adivinos parecía haber perdido fuerza frente al creceinte progreso científico. Sin embargo, en el ámbito popular estas prácticas nunca han dejado de tener sus fieles. En el África Negra y otras culturas no industrializadas, la adivinación sigue siendo el pilar fundamental del prestigio de los sacerdotes y hechiceros. Pero en muchas sociedades más desarrolladas económica y socialmente las técnicas de magia -blanca y negra-, tarot, lectura de manos y horóscopos han vivido en las últimas décadas del siglo XX un sorprendente renacimiento.

Muy relacionados con la New Age, varios elementos esotéricos y ocultistas, cuyo origen es a menudo secular, vuelven por sus fueros y cobran importancia en las creencias populares. Es un error creer que la mayor parte de aficionados o devotos de estas prácticas son personas de cultura media o baja. Esto puede ser cierto en el caso de los ritos de magia, filtros de amor (¡sí, aún existen!) o diversos rituales sincréticos. Pero hay otro perfil de “cliente de la espiritualidad” que no coincide con la persona ignorante y supersticiosa que recurre a métodos oscuros. Muchos estudiantes universitarios visitan a los expertos en el tarot o la lectura de manos antes de los exámenes. Muchos ejecutivos de altos vuelos son instados por su jefes a practicar el zen, las artes marciales, el chamanismo o el vudú para que recarguen sus “energías” y rindan más en sus trabajos.

Supersticiones ideológicas

“Viernes y trece”: parece que no pudiera encontrarse nada más nefasto en nuestra sociedad… Y sin embargo, no se trata de una “superstición inocente”. Viernes es el día dedicado a la diosa Venus (Veneris, en latín), y 13 es el número de meses lunares o, lo que es lo mismo, de ciclos femeninos en un año (28 x 13 = 364); además es también el número anual de veces que el sol da vueltas sobre sí mismo. Se diría que en una sociedad de género exclusivamente masculino no sólo se hubiese alterado el recuento del ciclo cósmico para no que pareciera “femenino”, sino que a todo lo que pudiera parecerlo hubiera que achacársele mala suerte y augurios nefandos. He aquí como una superstición aparentemente anodina revela un fondo ideológico anti-igualitario.

Nuevas Iglesias en formación

Testigos de Jehová

Año y lugar de fundación:1874, Pensilvania (EE.UU.)

Fundador y/o líder espiritual: Charles Taze Russell

Área de influencia y repercusión actual: 4 millones de miembros en todo el planeta

Mormones

Año y lugar de fundación: 1830,Vermont (EE.UU.)

Fundador y/o líder espiritual: Joseph Smith

Área de influencia y repercusión actual: 5 millones en Utah (EE.UU.) y otros países desarrollados

Santería

Año y lugar de fundación: Cuba, a partir de la llegada de esclavos negros

Área de influencia y repercusión actual: Cuba, Miami, España (cubanos emigrados)

Vudú

Año y lugar de fundación: Haití, a partir de la llegada de esclavos negros

Área de influencia y repercusión actual: Haití y algunas zonas de EE.UU. (migración)

Zionismo

Año y lugar de fundación: 1896, Chicago

Fundador y/o líder espiritual: Isaiah Shembe

Área de influencia y repercusión actual: Grupos dispersos en el sur y oeste de África

Rastafarismo

Año y lugar de fundación: Jamaica, principios del siglo XX

Fundador y/o líder espiritual: Haile Selassie

Área de influencia y repercusión actual: Jamaica y comunidades simpatizantes en los países industrializados

New Age

Año y lugar de fundación: Década de 1960, EE.UU.

Área de influencia y repercusión actual: EE.UU. y los países industrializados

Iglesia de la Cienciología

Año y lugar de fundación: Nueva Jersey, 1950

Fundador y/o líder espiritual: L. Ron Hubbard

Área de influencia y repercusión actual: Grupos reducidos en EE.UU. y Gran Bretaña.

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